martes, 17 de abril de 2012

AJUSTES Y RECORTES


Los ciudadanos no tenemos ni puta idea de sastrería: no comprendemos que ajustar un traje no es lo mismo que recortarlo. Como nuestras chaquetas nos quedan anchas de hombros y largas de mangas lo que hay que hacer no es “recortarlas” sino “ajustarlas”, lo que viene a consistir en poner la tela sobrante en la cintura de los pantalones para que además de llevar la chaqueta más “ajustada” nos apretemos bien el cinturón. Si es que no estamos nada puestos en corte y confección. El ministro Wert les ha comunicado  a los consejeros autonómicos de educación su nuevo modelo de sastrería contable: menos profesores, más horas lectivas por docente, más alumnos por aula, menos sustituciones… Todo para que la educación pública sea cada vez más low cost. Una de las consecuencias de esta suerte de ingeniería textil, al igual que paulatinamente ocurrirá en la sanidad, es que los usuarios con mayor poder adquisitivo irán cada vez más prescindiendo de los servicios educativos (o sanitarios) públicos para utilizar los privados. Pero en España, donde la educación privada en la práctica es educación subvencionada (a través del disparatado sistema de los colegios concertados), se va a dar la triste paradoja de que sigamos pagando con fondos públicos la docencia de los niños ricos en sus impolutos colegios-jardín mientras los hijos del vulgo se conforman con unas escuelas cada vez más infradotadas y masificadas. Hace unos años ya lo sugirieron los italianos Massimo Gardi y Edoardo Narduzzi en un premonitorio libro, El fin de la clase media y el nacimiento de la sociedad de bajo coste: el fenómeno low cost llegará a unos servicios públicos cada vez más parecidos a la antigua beneficencia reservada a los pobres. Así que mientras unos estudiarán en Zara, otros lo harán en Prada (eso sí, con ayudas del Estado, que manda huevos…).
Nota: una versión breve de este artículo se ha publicado en la sección Cartas al Director de El País
+Info: los recortes previstos en educación según El País

domingo, 15 de abril de 2012

14 DE ABRIL, DIA DE LA REPUBLICA: ELEFANTES Y BANDERAS


Este año el día de la República ha venido acompañado por dos curiosos acontecimientos que han añadido pintoresquismo a la efeméride. Por un lado, el monarca constitucional ha sido operado en el mismo día 14 de abril de las lesiones sufridas durante una cacería de elefantes en Botsuana. La primera pregunta surge por sí sola, ¿qué hacía Juan Carlos I cazando paquidermos en África un día cualquiera de Pascua? Los medios de comunicación en general han disculpado esta circunstancia (por muy rey que sea tiene derecho al disfrute de su ocio como mejor le parezca), poniendo el acento crítico en el hecho de que se desconociera el paradero del Jefe del Estado, toda vez que con cierta frecuencia la Casa Real no comunica fechas y destinos de los desplazamientos privados del monarca (Editorial de El País, 15 de abril de 2012). A mi la verdad, por muy legítimo que sea viajar por vacaciones, que ese tiempo de asueto se gaste matando elefantes en Botsuana no me parece detalle baladí, especialmente en nuestro angustioso contexto de crisis en el que semejantes aficiones nos resultan al común de los ciudadanos extravagantes y carísimos caprichos de millonario hortera al estilo Jesús Gil (¡qué poco cuesta imaginarse el orondo careto del inefable exalcalde de Marbella en lugar del rostro regio en las fotos que han circulado representando al monarca junto a un elefante abatido en pasadas y semejantes cacerías!). Así que los partidarios de la abolición de la monarquía se han encontrado con una anécdota que aporta descrédito a la institución real en fecha tan señalada como el 14 de abril.
El segundo acontecimiento no ha tenido tan amplia difusión y salvo quizás en nuestro entorno local vasco por lo general ha pasado desapercibido. Se trata de la sorprendente izada de la bandera republicana española que ha promovido Bildu en el ayuntamiento donostiarra con ocasión del 14 de abril. A mi ya me mosqueó ver ayer por ciertos locales de mi barrio (de acreditada filiación abertzale) banderas tricolores junto a huchas de recaudación por la causa de los presos etarras. La verdad es que no sé qué pensar: por un lado, como “unionista”,  me congratula constatar que quizá en el fondo nuestros actuales regidores abertzales y sus huestes no le harían ascos a una confederación con (el resto de) los españoles, siquiera bajo la férula de un gobierno republicano. Pero como esto no me lo creo no me queda sino pensar que tan pintoresca izada es simplemente un síntoma más de su descomunal cacao mental, que abraza toda suerte de causas con tal de que tengan resonancias ”contestatarias”, incluida ésta de la restauración de la República, que será española pero es antimonárquica.  Sería como para tomarlo a risa si no fuera por su contrastada eficiencia para fagocitar multitud de causas y movimientos cívicos (feminismo, ecologismo, internacionalismo, antimilitarismo y objeción de conciencia…). La causa del republicanismo supongo que se va a salvar por española, lo que en las mentes cortas de estos talibanes con genes carlistas frecuentemente equivale a decir “fatxa”. Aunque lo verdaderamente cómico de este asunto es que al final igual resulta que una corporación de Bildu tiene que responder judicialmente... ¡por ondear una bandera española!
+Info: sobre el percance del Rey en El País. Sobre la izada de la tricolor en Donostia, en El Correo.